El que es rico, es rico, porque quiere

El que es rico, es rico, porque quiere


Últimamente me salen billetes
de todas partes y lugares,
en la mesita de noche, en los bolsillos
del pantalón, en los de la camisa.
Abro un libro y allí hay uno de 10 mil
separando un capítulo olvidado.

Busco la cédula en la billetera y la ubico junto a
un billete de 20 mil pesos, doblado.
Salgo a la calle en bastones y la gente
me ofrece monedas de diferentes valores;
Ya me conseguí un Maneki neko japonés
que mueve el brazo como llamado
para que se encargue de ellas,
le saco una y otra, y el gato
vuelve y las atrae.

salgo a la calle en silla de ruedas y
la agente cree que yo cuido carros,
y me dan billetes de dos mil,
y me dicen:
"qué Dios, lo bendiga",
"Amen",
es la respuesta,
y me guardo el billete.

Voy donde mi familia y me reciben con cariño,
me dan comida,
y me cargan con más dinero.
"Me saluda a su mamá", dice mi tía,
como si no tuvieran celular.

Me llama un amigo y me dice que se ganó un premio
y que quiere compartirlo conmigo,
yo le puedo aceptar una cerveza y que, a mi perro
le consigne lo que quiera.
Un primo pasa por mi casa y me saluda:
“qué tal”,
y se marcha dejándome un billete de 50 mil,
“¡bien, hermano!”,
le respondo en la distancia.

Y un anónimo, cuando yo no estaba en la casa,
me dejó unos LP de la banda de The Who,
yo no soy tan clásico
pero suenan bien con mi rezago al trabajo.

Yo miro todo esto y pienso:
¿será la recompensa por haber salvado ayer
a una abeja de ahogarse?

Si no fuera porque soy un desempleado más,
un hombre libre,
Seguidor de Diógenes el Perro,
que va tranquilo en su silla de ruedas,
ocupado en sus cosas,
pensaría que todo esto es un milagro.

Y lo es cuando me acompaña
el mejor amigo de la casa,
un perro que mi mamá adoptó
que se llama "Boris",
que va feliz por el camino;
Y ella esperando
a que yo llegue con el animal
para acariciarlo y decirle que
“lo ama y que lo mantendrá siempre a su lado”,
le dice éstas cosas mientras le brinda agua.

¡Tanta fortuna inesperada!,
creo que siempre la he tenido,
sólo que hasta ahora me doy cuenta de ello;
Y para dejar constancia del milagro
se me ha ocurrido escribir un libro que supere
a Og Mandino
"El vendedor más grande del mundo".

¡Ya tengo la imprenta!
¡Ya tengo el dinero!
¡También los amigos!
Sólo falta que la poesía corra de cuenta de mi perro
y sus versos sean moneda valiosa de cambio.

El que es rico, es rico, porque quiere.



Texto: Diego Alexander Gómez
Tomado de: NADA se parece (inédito)





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Diego Alexander Gómez

pimientaenchanclas@gmail.com

2025

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