REPTIL SOLAR
La tortuga lleva el
don del desprendimiento,
deja sus huevos
enterrados en la playa
y se marcha sin
enseñarles un paso,
sin jamás verlos de
nuevo,
entonces el sol se
hace cargo
de incubarlos
dentro de la arena.
Cientos de patitas
rompen
la tierra compacta,
y descienden al
océano
esquivando a los
cazadores aéreos
y a las pinzas de
los cangrejos
terrestres.
Las tortugas llevan
La luz del sol en
sus lomos.
Brillos se desprenden
de una coraza
semejando una ola
bajo el agua.
Viajeras del
tiempo,
contemplando el
firmamento en alta mar,
más antiguas que
los dinosaurios,
sabiduría de las
profundidades
ancestrales.
Mi corazón repta al sol
por una piedra,
mi corazón es
fuerte
como el sol, como
la piedra,
pero también
delicado
como la corriente
del agua,
late, estruja, una
y otra vez,
suavemente.
Me siento como una
tortuga
de agua dulce,
de un mar de
tierra,
solo,
viajando por la calidez de la mañana.
***
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