BLANCO
Dicen que blanco
es el cielo, como el corazón de una paloma,
pero le he visto
azul reflejado en el espejo del océano, que parece más bien un verde marino.
Blancos son los
dientes de Eliana, de madre, y los colmillos del gato.
Blanca la seda
dental, la crema de dientes, la ropa interior de Manuela.
Transparente es
el voto en blanco, la conciencia no tiene color.
Blanco es un
fantasma, un ángel en el cielo, Dios que es amarillo.
Blanca la luna
con sus medias rosa, blanco los huevos y su yema, la leche y el seno de
Mariana, un beso en la oscuridad y pasa una estrella fugaz.
Blanca la
bandera de Francia, de Inglaterra, de Corea. Roja la bandera de Colombia,
México y Perú, los colores patrios evidencian una tragedia colonial.
Blanca la barba
de Dios, de Cervantes, y Santa Claus.
Blanco es el
cuerpo de los viejos, la sonrisa de mis amigos, sus palabras, su abrazo y recuerdo.
Blanca sos vos
mujer como la noche buena, como el día de mi cumpleaños. Creo haber tenido una
hija, blanca como la memoria, pero se me olvidó si fue cierto.
Qué extraño que
busque yo lo blanco en todo, siendo yo un mestizo incierto.
Si todo lo
amable y bello tiene la manía de ser blanco, por oposición. ¿Qué pasa con el
negro?
Negro, negrito, ¡ah!, mi perro Boris, ¡Claro!
Texto: Diego Alexander Gómez
Foto: Archivo personal del Boris
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