Tarde, el Sol.

 Tarde, el sol.

 

Mi edad se eleva como los dinosaurios

frente a la explosión de la tierra.

Soy el Big Bang de este tiempo,

de esta tarde de librería,

de sol disimulado en un poema

en el que llueve

sobre un tronco de árbol

que me sostiene.

 

“No hay soledad en el resplandor”

Me digo.

Y poseo la videncia de mi fracaso

como el super hombre de Nietzsche.

 

No tengo nada,

tampoco quiero.

Sólo espero que sane pronto mi mano

con la que escribo versos al fuego

como un buen perdedor de mi tiempo.

 

 

Pero no existo solo,

pertenecemos al reflejo del momento,

luego...

¡Ceniza al viento!

 

¡Qué manía!

¡Qué dramatismo este, el mío!

¡No estar acá mi Boris para darle un abrazo!




Texto: Tarde, el sol.
De, Memorias de un librero sin librería (2016 - 2018) Inédito.
Por Diego Alexander Gómez
Fotografía: Ocultos, por Alex Ospina.

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