Sobre las tejas
Yo sigo.
El techo de mis vecinos evangélicos sigue.
Por sus hendijas salen cantos de pasión a un dios de
garaje.
¡Oraciones rostizadas se cuelan entre el viento!
La basura se ha secado sobre esta superficie,
se ha vuelto polvo, partícula de aire.
El creador salió esta mañana a comprar vino para la cena,
no ha vuelto desde entonces,
lo han visto en el jardín de Eva,
embriagado.
Yo sigo.
Ella siguió.
La puerta afuera esperando entrar.
Nada.
El cabello ha crecido ondulado.
La piel muda de tiempo.
Se ha vuelto polvo en segundos mis recuerdos y
nostalgias,
esparcidas -también- sobre esta teja.
El sol.
Lucy dejó su recuerdo quemado en la sombra.
Ya no espero.
Habito silencioso bajo mi ruana de frío.
Creo que me iré a vivir a un estanque
lleno de Ranas.
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