En el Jardín de Jericó


Mil rostros 
en el espejo de la mañana 
en sol 
bajo la catedral 
el camino 
arriba la montaña 
en oración.

Abrazo 
de Cristo en lo alto
Barranquero solitario 
frente al vacío de 
¡la bóveda celeste!

II

Dios 
es una mujer ondulando 
sobre el agua
arrodillada sobre el filo 
de los hombres
con sus muslos frescos 
en nube lenta
en espiral aire, 
de la piel envuelta 
en los rasgos del tiempo. 

Un nido de telaraña 
es la alegría
Piedra a piedra
el canto del paso
Filamentos de luz
transversal en color
tu sonrisa.

III

Canto festivo, aroma
a café tus labios
en rocío recuerdo
barroca la palabra
vibrando entre guaduales:

¡El amor es un canto 

                balanceable!


Y ladra un perro
a las verdes aves
cuando en su quietud
murmura una heliconia 
a su tallo grueso.

Y a la menor mirada...

¡salta una sonrisa al AGUA !
Infancia curiosa de un pez.


  
















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