Me sucede


Me sucede

 

Me sucede que en ocasiones no tengo nada que decir, me quedo así, mudo, con las palabras bañadas en saliva, me las trago, me hacen digestión y siento en el estómago como se mueven algunas palabras que debía decir pero que nunca lo hice. Simplemente me las pasé con un poco de vino, agua y soledad. Ahora mismo en mi interior tengo dos brazos, dos piernas, el vientre, el cabello, las mejillas, varias sonrisas; hasta el cumplido que quería hacerle cuando lucía su collar nuevo, me lo tragué con su dije de loto. Y acá está, toda, dentro, volviéndose metamorfosis del pasado, degradación de una ilusión entre los ojos, luego el tallo renacido de otra esperanza, de otra ella, ahora inexistente  después de almuerzo, después de este trago negro y amargo de café, un chocolate en los labios.






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Texto: Me sucede
Tomado de: Memoria de un librero sin librería. (Inédito) 
de Diego Alexander Gómez)

Imagen tomado de Internet, al azar.

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